Mañana: Prepara tu piel para el día
- Limpieza suave
Elimina impurezas y el exceso de grasa con un limpiador facial natural, idealmente con aloe vera o manzanilla. - Tónico equilibrante
Ayuda a cerrar poros, equilibrar el pH y refrescar la piel. Opta por tónicos con agua de rosas o hamamelis. - Sérum nutritivo
Aporta antioxidantes y vitaminas. Uno con vitamina C es ideal para proteger la piel del estrés ambiental. - Crema hidratante ligera
Mantiene la piel suave e hidratada durante todo el día. Las fórmulas con ácido hialurónico o aceite de jojoba son perfectas. - Protector solar natural
Imprescindible incluso en días nublados. Busca opciones con óxido de zinc o dióxido de titanio sin químicos agresivos.
🌙 Noche: Repara y nutre tu piel
- Desmaquillante o limpiador profundo
Usa un aceite natural (como el de coco o jojoba) para retirar maquillaje y suciedad sin dañar la piel. - Limpieza facial suave (doble limpieza)
Refuerza la limpieza con un jabón facial neutro y sin sulfatos. - Tónico calmante
Ideal para relajar la piel. Ingredientes como lavanda o pepino ayudan a reducir inflamaciones. - Sérum regenerador
Uno con retinol vegetal o aceite de rosa mosqueta para estimular la renovación celular. - Crema nutritiva de noche
Más densa que la de día. Busca opciones con manteca de karité o aceite de argán para una hidratación profunda.
✅ Beneficios clave:
Promueve hábitos de cuidado conscientes y sostenibles.
Aporta luminosidad y uniformidad al rostro.
Previene signos de envejecimiento prematuro.
Mejora la textura y firmeza de la piel.
Fortalece la barrera cutánea de forma natural.